Tejo común o taxus baccata

Tejo común o taxus baccata
Índice de Contenidos
  1. Milenario, tóxico y de gran altura: conoce al tejo común
  2. ¿Dónde se encuentra el taxus baccata o tejo común?
  3. ¿Cómo se aprovecha el tejo común?
  4. ¿Por qué se ganó el apelativo de “árbol de la muerte”?

Milenario, tóxico y de gran altura: conoce al tejo común

La conífera alcanza en algunos casos más de 20 metros de alto. Por las toxinas que posee también se le llama “árbol de la muerte”, inclusive se le planta con frecuencia en cementerios

Tejo negro o tejo común son nombres coloquiales para la planta taxus baccata. Esta especie pertenece al género Taxus oriundo de la región meridional, central y occidental del continente europeo. Milenario, tóxico y de gran altura: conoce al tejo común.

Se cuenta entre las gimnospermas pertenecientes a las taxáceas. Este grupo es tan antiguo que se había difundido de forma importante desde la época jurásica. En la actualidad, solo el tejo común sobrevive en Europa.

Esta conífera asombra al primer vistazo porque puede alcanzar 10 e inclusive 20 metros de alto. Aunque en ocasiones, algunos ejemplares han sobrepasado tal medida hasta ubicarse en los 28 metros.

Su tronco es pardo macizo con máximo cuatro metros de diámetro. Tiene un crecimiento paulatino, ¡es tan longevo que algunos cuentan con 5 mil años de antigüedad!

Sus hojas son esbeltas, verdosas oscuras y con forma de lanzas. Miden máximo 4 cm de longitud por 3 milímetro de anchura forman espirales encima de las ramas. Es un ejemplar venenoso a excepción del arilo que envuelve los frutos.

Es común que los rizomas estén repletos de microscópicos hongos. Porque el tejo negro mantiene una simbiosis con ellos, los hongos ayudan a su nutrición. Particularmente permiten que absorba el fosfato necesario.

Tejo común o taxus baccata

Tiene un carácter dioico. Su floración se produce a finales de la época invernal o inicios de la primaveral. Sus conos están alterados poseyendo semillas únicas de máximo 7mm de largo. El arilo es su envoltorio rojo, blando y escamoso.

Sus semillas son amargas y tóxicas, germinan solo transcurridos dos o tres años.

¿Dónde se encuentra el taxus baccata o tejo común?

En la actualidad, se le encuentra de forma aislada en territorio español alternado con diversas especies. Así conforman diminutos rodales. El grueso de ejemplares puede encontrarse en áreas montañosas norteñas.

Tejo común o taxus baccata

Debido a su pausado ritmo de crecimiento y brote el tejo común está quedando relegado. Solo habitando terrenos que puedan favorecerle. Se desarrolla en climas donde reinan la humedad y frescura: espacios montañosos, umbríos de 800 msnm en adelante.

Prefiere los hábitats de boscajes mixtos, cañadas, declives o inclines pedregosos. Todo sin que el sustrato marque una diferencia relevante.

¿Cómo se aprovecha el tejo común?

El tejo común es aprovechado por contar con una madera de excelente calidad se le uso antiguamente para la elaboración de arcos. Después fue empleado en creaciones de ebanistería o marquetería.

Fue tan popular que provocó un problema de deforestación hasta crear cambios a nivel ambiental. A causa de su gran longevidad, se le usa comúnmente para los campos santos siendo así desde tiempos remotos.

A partir de sus hojas son obtenidos los compuestos químicos: Bacatina III y 10-deacetilbaccatina III. Ambos constituyen precursores del taxol: un poderoso agente que combate el cáncer.

Tejo común o taxus baccata

¿Por qué se ganó el apelativo de “árbol de la muerte”?

A excepción del arilo, el resto del tejo común contiene taxina una sustancia altamente tóxica. En ella se mezclan alcaloides que causan efectos cardiotóxicos.

¿Qué significa? Este veneno ataca directamente al corazón provocando una parálisis, aunque ocurre solo al ingerirse grandes cantidades. En el pasado, en varios poblados españoles se cometía suicidio usando el veneno del tejo.

Aunque sean muy extraños los casos de intoxicación actuales, siguen siendo graves e incluso fatales. En la actualidad, la ingesta de bayas se da entre los más pequeños que son atraídos por el colorido arilo y su dulzor.

Hay que extremar medidas porque la intoxicación consecuente es asintomática en las personas. Solo cuando se mastica la semilla aparecerán los síntomas. Con el consumo de sus hojas pasa algo similar, porque los síntomas no suelen detectarse.

Por otra parte, cuando lo hacen incluyen: vómitos, náuseas, malestar intestinal, somnolencia, letargo y estado comatoso. La persona experimentará una caída vertiginosa de su presión arterial, arritmias ventriculares, cianosis y paro respiratorio.

Si las cantidades ingeridas del Taxus baccata fueron moderadas, al provocar un vómito el paciente puede recuperarse casi de espontáneo.

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